jueves, 29 de mayo de 2008

QUE ME CONVIENE? 2da. parte

Todas las cosas me son licitas, mas no todas me convienen, todas la cosas me son licitas, mas yo no me dejare dominar de ninguna.
1 Corintios 6:12

En la actualidad nos dejamos llevar por los consejos de los llamados amigos, hace un tiempo atrás conocí un joven casado con un hijo, y luego de 3 años de casados, habían tenido problemas entre ellos y se separaron. A los pocos meses de haberse separado, este joven siguiendo los consejos de sus amigos empieza a enamorar a otra jovencita, ella acepta y empiezan a salir, ya teniendo una relación un poco mas formal con ella, después del paso de unos 3 meses el empieza a notar algo distinto en esta jovencita, en donde el pensó podrían encontrar consuelo y refugio, pero dice la Biblia en Proverbios 5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es mas blando que el aceite; Mas su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos y sus pies descienden a la muerte; sus pasos conducen al Seol. Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida. Empezó a ver como esta jovencita, sus sentimientos no eran sinceros, al darse cuenta que no salía solamente con el, entonces ahí entendió las palabras donde dice Dios: Así que no son ya mas dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios junto, no lo separe el hombre. Al poco tiempo este joven regreso con su esposa y su hijo, y les pidió perdón.

Podemos ver como el ser humano se deja llevar tan fácil de los consejos, aunque ellos nos lleven a situaciones malas y no convenientes para nuestra vida. Muchas veces nos dejamos oprimir o dominar por cosas o por personas, si vemos nuestro caminar, podemos ver, que por lo que mas fácil nos dejamos dominar es por la carne, o mejor dicho, por los placeres que le damos a nuestro cuerpo, el placer que le da al cuerpo de estar con otra persona teniendo relaciones que aun no se les es permitido, ahora es algo tan natural ver parejas que son unidas y que no han hecho un compromiso con ellas mismas y mucho menos ante nuestro creador, pero ellos viven tranquilos, porque si esa relación no funciona, no tienen ningún compromiso y pueden separarse libremente. Pero no hablemos solamente de ese tipo de placer, hablemos del placer que nos da el comer. Donde quiera que veamos vemos a personas hablando del sobrepeso que tienen, y hablan de hacer dietas, hablan de dejar de comer, pero el placer que les da el comer un panito, es algo que no los deja estar tranquilo, es una obsesión el bajar de peso, pero al ver la comida no pueden dejar de comer, y se dejan dominar por esa aflicción y viven una vida tranquila, y así podemos comentar muchas cosas que podemos hacer, muchas cosas que no podemos hacer y otras cuantas que nos dominan y no nos dejan hacer la voluntad de Dios.

Deja que Dios tome el control de tu vida, me he preguntado, ¿Por qué si Dios es bueno, nos hace sufrir, mandando que ayunemos?, porque el sabe, que ayunando es como controlamos nuestra carne, una a que no coma, dos a que coma saludable y tres es un ejercicio porque al llegar a controlar la carne (ósea nuestro cuerpo), podemos dejar de hacer cosas que no son agradables para Dios, pero también son cosas que son malas para nuestro cuerpo. Pero de nada nos sirve aguantar hambre si no oramos, si no le decimos a Dios que nos ayude a dominar nuestra carne y que El se haga manifiesto en nuestro ser, que El viva dentro de nosotros.

Busca de Dios y deja que El dirija tu vida y no los malos consejos de tus amigos, velo a El como un Padre, un Padre que quiere lo mejor para su hijo.

Julio Mazariegos
Iglesia Fortaleza de Zion
Ministerios Llamada Final
Guatemala
www.llamadafinalguatemala.com

martes, 13 de mayo de 2008

QUE ME CONVIENE? 1ra. parte


Todas las cosas me son licitas, mas no todas me convienen, todas la cosas me son licitas, mas yo no me dejare dominar de ninguna.
1 Corintios 6:12

Muchas veces me he preguntado que es lo bueno y que es lo malo, hasta que punto puedo hacer el bien y hasta que otro el mal. Acaso hay cosas que yo considero buenas, pero para los ojos de los demás son malas y también hay cosas que yo considero malas y para los demás son buenas?, miles de veces me he preguntado esto y muchas veces he dejado de hacer cosas muy, pero muy buenas, por ese temor.

Hay veces que Dios nos quiere bendecir, pero por dejarnos llevar de los consejos o comentarios de los demás, no hacemos la voluntad de El. Hay cosas que hacemos que no están contempladas por Dios, dice su palabra que todo lo podemos hacer, pero no todo nos ayuda, no todo es bueno, en lo personal creo que si hacemos cosas en donde no ofendamos al Padre, al hijo ni al Espíritu Santo y tampoco al hermano, creo que todo nos es licito. Pero entonces te preguntaras que es lo que podemos hacer y que no?.

Hablemos un poco del tipo de culturas, hablemos de la cultura de Norte América versus la de América Central, pero hablemos específicamente del vestuario de los jóvenes, hay lugares en Norte América donde los jóvenes podemos vestirnos como queramos; peinados raros, el cabellos pintado de distintos colores, con atuendos un poco desconvidados, pantalones rotos, ropa al revez, incluso zapatos uno de un color y el otro de otro y nadie, absolutamente nadie les dice nada, porque haya, no es malo el vestirse así, pero venimos a Centro América y tratemos de vestirnos así, lo primerito que dicen es “Huy, de que manicomio salió este?” o “Miren ese parece caja fuerte”, porque solo el conoce su combinación, tomemos en cuenta esta diversidad de pensamientos, haya algo es malo y aquí no o al revez.

Unos pocos años atrás yo criticaba a jóvenes que llegaban a un servicio dominical, mal vestidos, con sus peinados raros y sus pantalones rotos, y yo me preguntaba como Dios se fija en jóvenes así, porque yo los veía llorar y meterse en la presencia de Dios, y le preguntaba a Dios, ¿Cómo te puedes deleitar en la alabanza de ellos?, si mira como vienen, seguro, seguro vienen de hacer cosas malas. No podía concebir eso.
Poco tiempo después me junte con jóvenes que llegaban bien arreglados, bien vestidos, y algunos que ya tenían privilegios en el servicio del templo, y realmente me sentía bien con ellos, luego al salir a compartir con ellos fuera de la iglesia, pude conocerlos mejor, los muchachos que yo creía buenos y correctos, fuera de esas cuatro paredes donde tenían un privilegio, fuera de ahí eran otro tipo de personas.
En esos momentos al darme cuenta de eso, comprendí lo que Dios me quería mostrar, y con eso hablo a mi vida y me hizo recordar de donde me había sacado, quien había sido antes que El me encontrara, me hizo recordar como vestía, como me peinaba, como hablaba, como me comportaba y hasta como caminaba y con quien caminaba, luego me mostró como fue trabajando con mi vida, hasta llegar al día de hoy, y creo que va a seguir haciéndolo. Poco tiempo después un hermano se acerca a mi y me dice que Dios le mando a decirme, que siempre me recordara de donde El me saco, y que siempre fuera humilde.

Ahora bien te preguntaras porque te cuento esto, porque no importa como veamos a los demás, Dios es el que ve nuestro interior, lo que nosotros consideramos malo, para los ojos de Dios no. Dios nos dejo libre albedriíllo, pero nosotros debemos preguntarle a El, realmente, que es lo bueno. Hemos pasado diversas ocasiones con mi esposa, donde podemos anteponer nuestra justicia, (lo que nosotros consideramos justo), y le digo, podemos hacer esto y ella a veces me ha dicho hagámoslo, como también me ha dicho eso no esta bien, pero me quedado meditando antes de accionar, y me pregunto ¿En esta situación, que haría Jesús?, que seria lo justo, lo justo para mi, o lo justo, aunque a veces salgamos perdiendo, pero realmente, nos interesa nuestra justicia, donde salimos ganando, o la justicia celestial?.

Creo que no era justo que Jesús muriera por nosotros, un montón de pecadores y luego nosotros ni reconozcamos lo que El hizo, no creo justo que el se haya hecho pobre para que nosotros seamos ricos, no creo justo que el haya padecido llagas para que nosotros no sufriéramos enfermedades, no me parece justo que El haya cargado una gran Cruz de madera, con su cuerpo golpeado, herido, sangrando y esas heridas llenándose del sudor salado, que salía de su cuerpo por el calor abrasador del sol, no creo justo sentir ese ardor en esas heridas, no lo creo justo, que nosotros vivamos indiferentes a la sangre que lavo nuestros pecados, no lo creo justo, pero esa era la voluntad del Padre y ahora sabemos que fue lo mejor para la humanidad.


Julio Mazariegos
Iglesia Fortaleza de Zion
Ministerios Llamada Final
Guatemala