martes, 13 de mayo de 2008

QUE ME CONVIENE? 1ra. parte


Todas las cosas me son licitas, mas no todas me convienen, todas la cosas me son licitas, mas yo no me dejare dominar de ninguna.
1 Corintios 6:12

Muchas veces me he preguntado que es lo bueno y que es lo malo, hasta que punto puedo hacer el bien y hasta que otro el mal. Acaso hay cosas que yo considero buenas, pero para los ojos de los demás son malas y también hay cosas que yo considero malas y para los demás son buenas?, miles de veces me he preguntado esto y muchas veces he dejado de hacer cosas muy, pero muy buenas, por ese temor.

Hay veces que Dios nos quiere bendecir, pero por dejarnos llevar de los consejos o comentarios de los demás, no hacemos la voluntad de El. Hay cosas que hacemos que no están contempladas por Dios, dice su palabra que todo lo podemos hacer, pero no todo nos ayuda, no todo es bueno, en lo personal creo que si hacemos cosas en donde no ofendamos al Padre, al hijo ni al Espíritu Santo y tampoco al hermano, creo que todo nos es licito. Pero entonces te preguntaras que es lo que podemos hacer y que no?.

Hablemos un poco del tipo de culturas, hablemos de la cultura de Norte América versus la de América Central, pero hablemos específicamente del vestuario de los jóvenes, hay lugares en Norte América donde los jóvenes podemos vestirnos como queramos; peinados raros, el cabellos pintado de distintos colores, con atuendos un poco desconvidados, pantalones rotos, ropa al revez, incluso zapatos uno de un color y el otro de otro y nadie, absolutamente nadie les dice nada, porque haya, no es malo el vestirse así, pero venimos a Centro América y tratemos de vestirnos así, lo primerito que dicen es “Huy, de que manicomio salió este?” o “Miren ese parece caja fuerte”, porque solo el conoce su combinación, tomemos en cuenta esta diversidad de pensamientos, haya algo es malo y aquí no o al revez.

Unos pocos años atrás yo criticaba a jóvenes que llegaban a un servicio dominical, mal vestidos, con sus peinados raros y sus pantalones rotos, y yo me preguntaba como Dios se fija en jóvenes así, porque yo los veía llorar y meterse en la presencia de Dios, y le preguntaba a Dios, ¿Cómo te puedes deleitar en la alabanza de ellos?, si mira como vienen, seguro, seguro vienen de hacer cosas malas. No podía concebir eso.
Poco tiempo después me junte con jóvenes que llegaban bien arreglados, bien vestidos, y algunos que ya tenían privilegios en el servicio del templo, y realmente me sentía bien con ellos, luego al salir a compartir con ellos fuera de la iglesia, pude conocerlos mejor, los muchachos que yo creía buenos y correctos, fuera de esas cuatro paredes donde tenían un privilegio, fuera de ahí eran otro tipo de personas.
En esos momentos al darme cuenta de eso, comprendí lo que Dios me quería mostrar, y con eso hablo a mi vida y me hizo recordar de donde me había sacado, quien había sido antes que El me encontrara, me hizo recordar como vestía, como me peinaba, como hablaba, como me comportaba y hasta como caminaba y con quien caminaba, luego me mostró como fue trabajando con mi vida, hasta llegar al día de hoy, y creo que va a seguir haciéndolo. Poco tiempo después un hermano se acerca a mi y me dice que Dios le mando a decirme, que siempre me recordara de donde El me saco, y que siempre fuera humilde.

Ahora bien te preguntaras porque te cuento esto, porque no importa como veamos a los demás, Dios es el que ve nuestro interior, lo que nosotros consideramos malo, para los ojos de Dios no. Dios nos dejo libre albedriíllo, pero nosotros debemos preguntarle a El, realmente, que es lo bueno. Hemos pasado diversas ocasiones con mi esposa, donde podemos anteponer nuestra justicia, (lo que nosotros consideramos justo), y le digo, podemos hacer esto y ella a veces me ha dicho hagámoslo, como también me ha dicho eso no esta bien, pero me quedado meditando antes de accionar, y me pregunto ¿En esta situación, que haría Jesús?, que seria lo justo, lo justo para mi, o lo justo, aunque a veces salgamos perdiendo, pero realmente, nos interesa nuestra justicia, donde salimos ganando, o la justicia celestial?.

Creo que no era justo que Jesús muriera por nosotros, un montón de pecadores y luego nosotros ni reconozcamos lo que El hizo, no creo justo que el se haya hecho pobre para que nosotros seamos ricos, no creo justo que el haya padecido llagas para que nosotros no sufriéramos enfermedades, no me parece justo que El haya cargado una gran Cruz de madera, con su cuerpo golpeado, herido, sangrando y esas heridas llenándose del sudor salado, que salía de su cuerpo por el calor abrasador del sol, no creo justo sentir ese ardor en esas heridas, no lo creo justo, que nosotros vivamos indiferentes a la sangre que lavo nuestros pecados, no lo creo justo, pero esa era la voluntad del Padre y ahora sabemos que fue lo mejor para la humanidad.


Julio Mazariegos
Iglesia Fortaleza de Zion
Ministerios Llamada Final
Guatemala

No hay comentarios: