martes, 22 de abril de 2008

UNA FRASE DE AMOR


Hace muchos años había una humilde familia muy hermosa, que conformaban los dos papas y una niña de 6 años, en esa época ellos no tenían ninguna dificultad tanto emocional como económica.
Un sábado por la tarde como ya de costumbre habían salido a pasear, solo que esta vez Maria Isabel la hija se había quedado en casa de los abuelitos, mientras sus dos padres pasaban por un almacén, pasando por una tienda de joyas vieron un corazón que colgaba de una hermosa cadena, al verlo les gusto para su hija, y sin dudarlo los dos lo compraron para ella.
Al llegar a la casa, abrieron el regalo y examinando el corazón vieron que podía abrirse por lo que pensaron en escribirle algo, una frase que en cualquier momento que ella se encontrara en circunstancias no deseadas o adversas, ella encontrara en esa frase la salida al problema, encontrando la frase correcta la escribieron y la introdujeron dentro del corazón. A pocas horas de haber hecho esto, llego Maria Isabel, en el momento en que ellos acostumbraban ir los dos a su habitación a orar con ella, pensaron que era el momento indicado para entregárselo, al llegar a su habitación el padre le dijo:
Maria Isabel, tu mama y yo encontramos un regalo para ti, algo que tendría mucho significado para nosotros que tu lo tuvieras, algo como representación de nuestro amor de padres hacia ti –entregándole el relago y ella destapándolo siguió:- solo que tienes que prometernos algo, que no habrás el corazón a menos que te encuentres en circunstancias adversas o tengas un problema y sientas morirte. Maria Isabel acepto y lo prometió.
Pasados los años, siendo Maria Isabel de 19 años, llego el día de su graduación, ella se encontraba en el salón junto a todos sus compañeros de estudios, esperando el momento de salir y ver a la multitud de personas que los mirarían en otra etapa de sus vidas, al salir ella, con la mirada busco a sus padres los cuales no encontró y estuvo esperando durante todo el acto hasta llegar al momento culminante de su salida.
Ella un poco molesta y preocupada a la vez, porque sus padres no podían ser capaces de hacerle esto, al salir de la reunión, se acerco un tío de Maria Isabel y le dijo que sus padres habían sufrido un accidente automovilístico al transportarse a su graduación y ninguno de los dos había sobrevivido. Al otro día fue el acto funerario; todos se le acercaban y le daban el pésame y le ofrecían su ayuda, aun sus tíos mas cercanos le ofrecieron que ella se mudara con ellos, mas ella rechazando la oferta se fue a su casa, lo único que ella quería era estar sola y morirse, al llegar ella sola a su casa se echo a llorar, porque todo lo que ella tenia se lo habían quitado instantáneamente; no sabia como seguir, no sabia que pasaría con su vida, sus mas grandes amores se le esfumaron, ella empezó a buscar como cortarse las venas, como matarse, fue a la cocina encontró un cuchillo, en el momento de hacerlo ella se arrodillo y le pidió perdón a Jesús por lo que iba a ser, al ella inclinarse arrodillada hacia delante el corazón que sus padres le habían regalado el cual colgaba de un collar le todo sus labio y ella recordó las palabras de su padre, - No habrás el corazón a menos que te encuentres en circunstancias adversas o tengas un problema y sientas morirte-, ella abrió rápidamente el corazón que ellos le habían regalado y encontró un papel que decía “ESTO TAMBIEN PASARA”, ella sonrió en silencio y cobro ánimos para seguir adelante.
Al pasar de los años ella se caso y tubo una familia con dos hijos y al igual que sus padres no tenían ningún problema, no deudas, no muertes, nada que pudiera impedirle la felicidad, y un día ella limpiando sus pertenencias encontró ese corazón que sus padres le habían regalado y lo abrió y encontró nuevamente el papel que decía “ESTO TAMBIEN PASARA”, entonces ella comprendió que todo lo que vivimos en esta tierra, dolor o felicidad, pobreza o riqueza, angustia o paz, todo era pasajero, la humanidad misma era pasajera, únicamente hay uno que no pasa ni tampoco su voluntad, DIOS.
Hubiese dado cualquier cosa porque alguien me contara esta fantástica historia cuando yo era mucho mas joven, cuando yo era un muchacho que nadie aceptaba, alguien que siempre estuvo en las bancas de atrás en la escuela, cuando todos me ignoraban y era un don nadie, talvez si hubiera escuchado esta historia no me hubiera sentido como muchas veces me sentí.
El señor nos habla de no estar afanosos por el día de mañana, de no preocuparnos por lo que vendrá, de disfrutar las nuevas misericordias de Dios cada mañana. Pero por alguna razón, la ansiedad nos juega una broma pesada y sin querer, nos va robando pedacitos valiosos del presente.He decidido no pasarme el resto de la vida pensando en lo que haré en dos años. No me interesa vivir pensando que la felicidad absoluta llegara el viernes a la noche, o el sábado por la tarde, o en el verano. O una vez que me gradúe o cuando viaje a aquel país. O cuando me jubile o cuando crezcan mis hijos. La felicidad no es un destino, es un trayecto. No es un lugar ideal donde uno llega un buen día, sino que un camino que vamos transitando de a poquito, con los pequeños fragmentos del hoy.Por mi parte, estoy más que feliz con lo que Dios nos ha regalado en estos años. Pero tengo muy en claro, por sobre todas las cosas, que aun “Esto también pasara”.

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